martes, 22 de marzo de 2016

LOS PLANETAS RETRÓGRADOS



Con frecuencia escuchamos advertencias sobre la retrogradación de Mercurio, de hecho ya se ha convertido en parte de quienes son asiduos seguidores del ámbito astrológico el utilizar amuletos y otros artificios para mitigar esta influencia. En relación a esto nos preguntamos ¿Qué significa que un planeta esté retrógrado? ¿Qué diferencia existe cundo es natal o sólo es un tránsito? ¿Cuánta efectividad tienen esos amuletos?

¿Qué significa que un planeta esté retrógrado? Es el período durante el cual un planeta de nuestro sistema solar nos da la impresión de que se mueve hacia atrás cuando lo vemos contra el telón de fondo fijo de las estrellas. Es un movimiento aparente.

¿Qué diferencia existe cundo es natal o sólo es un tránsito? En esta oportunidad solo quiero hacer la distinción entre tener un planeta retrógrado en la carta natal y un tránsito astrológico. Sin hacer mención a otras técnicas de prognosis.

Cuando la retrogradación es de un planeta natal, es tendencia que tendremos a lo largo de nuestra vida. Siempre estará presente, como una huella dactilar. Pero si se trata de un tránsito, entonces se referirá a eventos que tienen una duración determinada, tendrán un inicio y un fin, no va a ser algo que nos caracterice.

Y no estoy diciendo que sea malo o bueno tener planetas retrógrados en nuestra carta natal, puesto que si un aspecto es bueno o malo, también va a depender de los demás contactos que realice el mismo dentro del conjunto de una carta astral. No es recomendable ver nuestros aspectos de forma aislada, y también debemos tener presente que aquello que se ve negativo en un comienzo puede terminar siendo una bendición…

Cuando nacemos, en ese momento preciso (hora y minutos), desde el lugar en donde acontece (lugar exacto), se toma una fotografía al firmamento, y puede suceder que en ese momento algún planeta desde el punto de vista de la Tierra, esté haciendo un movimiento retrogrado. Si es así, y si se trata de un planeta interior (Mercurio, Venus o Marte), se manifestará en nuestra personalidad, nos hará introspectivo en algún área específica, orientándonos más a entender lo que percibimos, y no a expresar la energía a la cual está asociada al planeta en cuestión.

Indudablemente existe una dificultad inherente al Planeta retrógrado no reside en la naturaleza de la retrogradación sino a nuestra mala disposición a aceptarla como una forma de enseñanza. Cuando tenemos una energía natal inarmónica lo recomendable es determinar qué nos quiere decir, qué debemos aprender. Porque la otra opción que tenemos es culpar al destino o a las circunstancias extremas cuando las cosas nos van mal.

Me refiero a los planetas personales por ser estos los que influyen directamente en el individuo y cuyas dificultades las trabajamos en nuestro interior, trabajando nuestra forma de sentir, nuestra forma de pensar, nuestra forma de actuar…

Sin embargo, puede también tratarse de planetas sociales como Júpiter y Saturno, lo cual influye en nuestro contexto social y cultural; y de planetas transpersonales como Urano, Neptuno y Plutón, que por su movimiento lento afecta a generaciones enteras y nos afectará en lo particular dependiendo de la casa astrológica en la cual esté ubicado.

Finalmente, quería hacer referencia a ¿Cuánta efectividad tienen esos amuletos? Si tomamos en cuenta que existe una Ley de correspondencia: “lo que es arriba, es abajo”, dependiendo del planeta en cuestión, efectivamente, existen unos elementos que se corresponden con las energías inarmónicas y que su utilización nos ayuda a equilibrarlas.

Pero debemos tener precaución porque algunos elementos o amuletos no nos son beneficiosos, esto es por la configuración de nuestra carta natal. Y queriendo mejorar algún aspecto lo que hacemos es empeorar la situación. Por eso al momentos de utilizar algún amuleto para mitigar los posibles efectos negativos de algún planeta (lo cual sucede mucho con Mercurio cuando retrograda), investiguemos primero que tan beneficioso resulta para nosotros y no seguir ciegamente lo que dicen los medos de difusión masiva, porque cada persona tiene características y necesidades específicas y es irresponsable generalizar, sin hacer la respectiva advertencia.

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